y compungidamente alegre
lloro en una carcajada.
Es el momento oportuno
de que sumando uno y uno
salga lo que venga en gana.
Ni siquiera es ya sensato
que dos mas dos sean cuatro.
Gobernando el caos sin mano dura
admiro la fealdad de tanta hermosura
Y entre no hay toma y no hay daca
to quisqui está dando la matraca.
Para cada solución
hay mil y un problemas
y solo me alegro
contando las penas.
El mundo al revés,
está claro ha llegado
y lavandome los pies
se me mojan las manos.
Pues que le den morcilla
a tantos malajes
que yendo ddesnudos
presumen de traje.
Y a los que abrazan
aún en la distancia
mi alegre recuerdo
y mi triste añoranza.
Todos a la cocina
a hacer la pitanza
que al menos tengamos
llenita la panza.
P.D. Para quienes piensan que habrá que ensanchar las puertas...