No quise navegar
en otro mar de dudas.
No quise acostarme
hasta que me dieron las uvas.
Me pasé la vida no queriendo.
No queriendo no ser diferente,
No quise hacerme rica de repente
No quise que el dolor
me fuese indiferente.
No quise dejar de ser apasionada.
Me pasé la vida no queriendo
que mi paso no dejase huella.
Quise comprarme un piso en una estrella
Quise veranear en el fonde de la mar.
Traté de alimentarme de poemas
que tienen muy poquitas calorias
Me pasé la vida no queriendo
dejar de decir y hacer mil tonterias.
Quise ser una niña para siempre
Quise jugar con globos y muñecas
Traté de pegar saltos y piruetas
sin romperme la crisma en el intento
Me pasé la vida no queriendo
que mis palabras se llevase el viento.
Con mi hatillo cargado en las espaldas
conté las primaveras con tesón
bebí esas primaveras con fruición
y llegué a la Paz conmigo misma.
Hermané el no querer, con el querer
y así buscando la sabiduría
me levanto contenta cada día
barajando el ignorar y el aprender.
Enseño, cuando juego, la baraja.
Como ves, no hay cartas marcadas.
Y de ese modo cada noche en la almohada
sabiendo que ni engaño, ni engañé.
Voy a dormirme, mañana no querré.
No querré no ser diferente.
2 comentarios:
Bellisimo poema, por Dios, encantador su blog. Saludos.
Muy agradecida por tu comentario, y mas todavía que te haya gustado.
Creo que no resulto muy convencional escribiendo, pero si creo que muchas personas me entienden. Saludos para ti tambien
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