Yo trataba de expresarme
pero las palabras no querían.
No deseaban decir nada
Y se mostraban deslabazadas,
parapetadas, ocultas
Pensé en poner una multa
a quienes no me obedecían
porque las Palabras era,
son mías. Al menos eso creía
Mas fuí tomando conciencia
de que toda pertenencia
conlleva una servidumbre
Mis palabras me servían,
Si, mas cuando querían
y no admitían chantaje
Si yo decido multarlas
ellas me cobran peaje
y cuando deben centrarse
deciden desbaratarse
Y entonces, por mi intención
he de pedirles perdón
o me complican la vida
Porque producen heridas
en los seres que yo amo.
Quiero hablar, pero no hablo.
He de callar. No lo hago.
Ellas pintan su paisaje
Van a su libre albedrío
Que es el suyo, no es el mío
ahí he estado equivocada
Las palabras son patadas
Las palabras son heridas
Las palabras son caricias
Las palabras son honradas
Yo soy yo, y mis palabras
cuando hablo por derecho
cuando olvido los despechos
cuando admito mis errores
Y mis palabras son flores
si salen del corazón.
Mas me quitan la razón
si sostengo mi empecine.
He negociado con ellas
y ahora me va...de cine.
1 comentario:
Gracias por amenizar mi blog, concosas tuyas, salidas de tu magín y no copiadas como las mías. ¡Quien tuviera ´tu talenbto y tus virtudes! y a las palabras chantajoistas, ¡pierdelas de vusta!. Beso
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