Me he mudado a vivir
Al pueblo de No lo Se
Ya había estado allí
Pero ahora me quedaré
Hay un hermoso paisaje
De dudas y de preguntas
Los árboles no dejan ver
Los bosques llenos de brumas
Ya me compre una linterna
Que aporte Luz a la Luna
Cada amanecer escruto
Las Dudas del día anterior
Unas veces las despejo
Y otras extraigo el factor
Común para aprender luego
En el bosque de enseñanzas
Miro cada día las plantas
Que han crecido cada noche
Me sorprende lo frondoso
Y creo que eso se debe
A que ya nadie recoge
Lo que brotó con esmero
Al lago de las preguntas
A punto de desbordarse
Miro con desconfianza
Y no acabo de adaptarme
Parece un lugar de trampas
Y hay peligro en adentrarse
Los vecinos, son sociables
Siempre que no les preguntes
Y siempre que no les hables
Cada uno en su refugio
No comparte información
Viven con sus propias dudas
Y en su propia sinrazón
No se admiten abrazos
No se aceptan saludos
No se encienden las luces
No se escuchan las risas
Cada casa rodeada
De inexpugnable malicia
Los miedos de cada noche
Van creciendo cada día
Aún así, me siento cómoda
Escondida en mi alegría
Para que nadie me encuentre
El campo de hostilidades
Está siempre abierto a todos
Y se organizan Romerías
A las que, para comer
Tapas de fruncido ceño
Tortillas de incertidumbre
E ira bien empanada
Se deben siempre llevar
O no te dejan entrar
Estoy aprendiendo mucho
Y me duele el corazón
De respirar ambición
Y cuando llueven reproches
Y el sol insulta con rabia
Tengo claro donde vivo
Y de donde no me iré
Dentro siempre de mis dudas
El pueblo de No lo Se
Es donde, mientras yo exista
Seguro me quedaré
2 comentarios:
¿Qué motiva al corazón a elegir un pueblo como ese para vivir?
No lo sé...
Lo cierto es que cualquier lugar es bueno para vivir, siempre que tengamos la suficiente personalidad para ser siempre nosotros mismos
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