viernes, 21 de enero de 2011

Búsqueda

Buscando una aguja en un pajar
encontré el rosario de la aurora
un reloj que no marca las horas
y un ovillo de lana sin hilo

Por el asombro emití un silbido

Buscando la piedra filosofal
me corté, tonta yo, con un cristal
Este tropiezo me sentó fatal
y lloré sin lágrimas mi pena

Busqué tiritas en una alacena
pero encontré el País de las Maravillas
Tu eres muy boba, me gritaba Alicia
mientras jugaba al parchís con el conejo

Con gran asombro y el rostro perplejo
me tiré en el suelo de la risa

Estaba sucio, manché la camisa
y busqué jabón con que lavarla
El lagarto del jabón me dió la charla
sobre la conveniencia, indiscutible

De no meterte donde no te llaman
y tratar de buscar un imposible

Me llevó eso a pensar, con la cabeza
que al fin y al cabo soy afortunada
pues aún me mantengo de una pieza
a pesar de luchar en tantas guerras

Al fin y al cabo no preciso aguja
porque el ovillo no tenía lana
y aunque sucia la camisa abriga
y las heridas ya ni me sangraban

Pues tal vez curtida en mil batallas
puedo pasar apenas ya sin nada
si para la herida no tengo tirita
me llega con un beso de sana, sana

Miré a un alrededor lleno de cosas
que en realidad no me eran necesarias
y me quedé tan solo con la risa
y ese reloj, sin horas que me agrada

Tomé nota de las recomendaciones
que Alicia y el lagarto aún me daban
Dije a todo que si, con la cabeza
porque a mi, discutir, no me hace falta

Voy a mi bola y ruedo a conveniencia.
Agradezco el Sol por donde salga.
No preciso piedras filosofales
y me alimento del Amor de quienes me aman.