No me apetece

Me ha dicho un Poema
Ya estoy aquí. Escríbeme
No seas vaga
Pero no me apetecía nada

Creo que me tienen muy mangoneada

Pendiente siempre
De lo que quieren decir
Y no me dejan vivir

Mira que soy de escuchar,
Que me gusta prestar atención
Que analizo las dudas
Que atiendo a razón

Mas comienza a ser un problema
Pasarme los días pendiente
De lo que dice un Poema
Son de lo mas egoísta

Y nacen sin ton ni son

Una vez que se empeñan
En ver la luz
Saltan y brincan en tu cabeza
Son una Cruz, no tienen paciencia

Razonemos: Los Poemas
No tienen vida propia
No pueden mangonearte
No exigen que les escuches
Les escribes cuando quieres
Respetan tus horas de comida
No intentan despertarte cuando duermes
No se meten en lo que no les concierne

Mentiraaaaaaaaa………………
Mentira cochina Saltan en tu cabeza
Se escriben en tu retina
Y si te descuidas, controlan tu vida

Pero hemos de perdonarles
Por tanto como nos dan
Por tanto que nos ahorran

Las consultas del Psiquiatra
Están vacías de Poetas
Porque nos sabemos
Todas las tretas

Escribimos, desahogamos
Compartimos, predicamos
Y de todo nos zafamos

No estamos locos, no estamos
Majaretas, ni chiflados
Ni somos tipejos raros
Ególatras, narcisistas
Posesivos, pasionales
Incomprendidos, radicales

Somos dioses muy normales
Que en el Olimpo creado
Intentamos que no entren
Quien no sea lo bastante raro

Para estar enamorado del Amor
Para vivir, del Amor, enamorados.

Dimisión

Desde Disparate, ciudad donde habito
De todos mis Marquesados
Dimito.

Mirando a Envidia, ciudad vecina
Por no compartir su Credo
Corro una espesa cortina

Hacia ilusión, nueva ciudad
Dirijo la mirada
Porque no hay marcha atrás

Me voy para Jolgorio
A ver si están de Fiesta
Y sino, la organizo

Ya basta de tristezas

Sin pensarlo dos veces
Me voy de tiendas
A mi ciudad preferida

Viva la Pepa

Compraré gominolas
Globitos, matasuegras
Carracas. Panderetas
Organizo una juerga

A los disparatados
Que bienvenidos sean,
Y a los Ilusionados
Invito a ella

Mientras tras la cortina
Critican con dureza
Todos los envidiosos
Que acompañarnos quieran

Ya somos mayorcitos,
A nadie dejamos fuera
Pero no consentimos
Que cambien nuestras ideas

Vivan los disparates,
El Jolgorio, la Fiesta
La ilusión, el buen rollo
Lo negativo queda

Oculto bajo el toldo
De la Amistad Sincera
Ciudad donde veraneamos
Las mas dicharacheras

Que nos sentimos cómodas
Y donde no hay fronteras

Terror

Espero no volver a oír jamás ese sonido horripilante.
Acepto que estos sean mis últimos momentos, no deseo seguir viviendo.
Estoy como tantas veces, tendida, derrotada, confundida con el entorno, sin alcanzar a ver donde termina mi cuerpo y donde comienza el suelo.
Se que ha sido así antes.
Recuerdo vagamente haber estado encerrada anteriormente. Sola en ocasiones, intuyo que acompañada en otras.
Luego oír esa especie de trueno que me estremece y encontrarme fuera de mi cárcel, que era mi refugio, en medio de una batalla en la que puedo divisar, semejantes y enemigos. Muy lejos, o casi codo con codo. Siendo perseguidora o sabiéndome perseguida.
Horrorizada siempre, siempre con frío.
Una fuerza colosal me arrastra sin remisión. Casi nunca atrás. Casi siempre adelante, como una hoja en medio de la nada, a merced de todo.
Recorrido corto. Parada. Intensa carrera que no se a donde me conduce. Parada.
Me temo que no hay puerta a la libertad que de algún modo pueda ser cruzada.
Luego, tras un tiempo que no soy capaz de calcular, la batalla me arrincona en el fondo de una escalera. A duras penas, sangrante, voy subiendo, arrastrándome, clavando las uñas, desarbolada. A mi alrededor, altos precipicios me ahogan en colores que siempre se confunden con mi cuerpo.
Al llegar a la cima, exhausta, me rodea, me aprisiona, me ahogan muros negros que delimitan un triángulo amarillo.
Busco cobijo, sin fuerzas, doliente, esperando que me dejen morir y que nada me arranque de mi semiinconsciencia. Dame señor esta muerte dulce, ve apagando mis sentidos, deja que me disuelva y sea parte de este suelo.
No soy escuchada. Sin el mas mínimo cuidado vuelven a arrancarme de mi ataúd con fuerza inusitada, me aprisionan y me devuelven a la cárcel que ya conozco.
No estoy sola, hay tres prisioneros mas que se me parecen.
No, por favor, nooooooooooooo.
Vuelvo a oír ese sonido, como un terremoto, apoderándose de mi cabeza.
Luego, la caída, de una nueva bomba infernal.
Lo se, si, lo se. Los otros parecen no ser conscientes.
Se que de nuevo comienza mi suplicio.
¿Hasta cuando?…..Piedad, tened piedad.


- Tira tu primero, a ver quien sale, ahora me pido yo las amarillas….

El caso es vivir

Las horas del reloj son de acuarela
Llorando sobre ellas su color mezclan
Y así no se, si es hora de llegada
O momento de partir

Pero el caso es vivir

Las hojas del calendario son de harina
Con levadura se hacen mayores
Los días tristes, los sinsabores
Las alegrías cortas, siempre es así

Pero el caso es vivir

Los colores van marcando el tiempo
y la masa del horno se va cociendo
Comamos todos, saciémonos al fin

Porque el caso es vivir