domingo, 5 de agosto de 2012

Coplas de Ciego

     I
Escuchenme sus mercedes
pues lo que les contaré
nunca yo jamás pensé
que hubiese podido darse
mas dello tengo constancia
y no me lo callaré

En estos lares hubieron
senhoras y cavalieros
portadores de riquezas
Todos los días comían
y las ropas que vestían
eran de buen parecer.

Y aunque lustros ha de eso
y ahora solo pan y queso
yantamos en la abundancia
en ese tiempo lejano
que llamaban democracia
todos tenían labor, y con algo de sudor
ricos se podían hacer

Raro ha de parecer
que muchos casas tenían
y que a pié no consentían
moverse de aquí pa allá
Juroles que verdad fué
pues la historia que leí
que no creí y comprobé
es la que les cuento aquí,
se que en ese tiempo fué

Mas una raza nefasta
que no quería trabajar
se hizo ama del lugar
y rapiñó a los aldeanos
Robaban con tantas manos
que no se pueden entender
como tanto rapiñar
no veían los lugareños
Los mezquinos y pequeños
se unían a la rapiña
y por ello la callaban
porque se beneficiaban

Mas cuando los aldeanos
vieron robar a tantas manos
dice esto la leyenda
que mandaron sin dudar:
"Decomisadles su hacienda
a quienes hayan robado
y que den gracias por ello
pues en lugares lejanos
sin pensarlo ni un segundo
se les cortasen las manos"

Mas tanto se habían llevado
y tenían lejos de allí
que los villanos se fueron
dejando si, sus haciendas,
pero prendiendoles fuego,
porque el verbo devolver,
como el restituir,
no querían conjugar.

He de interrumpir aquí
esta historia que relato
y es porque, de la tristeza
mubla mis ojos el llanto

No hay comentarios: