domingo, 20 de diciembre de 2009

Como una novia querida

A tres metros de mi cara
tienes seguro que verte
para evitar abrazarme
pues en caso que me acerque

Saltan chispas
Quema el fuego
Dejamos la Tierra
Tocamos el Cielo

Me esquivas cual torero
para que de tu boca no salga
un "Quedate que te quiero"

Y yo no me entero
No se de que va
No se lo que sientes

Si lo que yo noto
o lo que te permites

Y es triste

Te he dado cuatro alegrias
Las dos veces que me he ido
Las dos veces que venía

Como a una novia querida
me han recibido tus brazos
Igual que a una hija pródiga
me han retenido tus manos

Subimos juntos al Paraíso
y no se lo que ocurrió
pues en el mas breve inciso
el Paraíso se clausuró

No se que ha sucedido
Ni lo se, ni entiendo yo
porque el Castillo se derrumbó

Y es triste.
Porque el Castillo,
ya no existe

2 comentarios:

Unknown dijo...

¿Puede derrumbarse un castillo?

Si no tiene buenos cimientos, posiblemente sí.

¿Qué es mejor?
¿Vivir bajo un techo que puede derrumbarse en cualquier momento o bajo las estrellas, en solitario, teniendo a la Luna llena como fiel compañera?

Me agradó leerte, Majo

Mª José Loureda dijo...

La nieve, el campo, los animales, las estrellas, quiero que la Naturaleza sea mi Castillo
Y se que ese puede necesitar reparaciones pero no se derrumbará del todo
Estoy intentando construirlo