y para ponerles fin
les das la vuelta
como a un calcetín.
Y aunque a veces te pierdas
por los recovecos de mi mente
estás dispuesto
a correr el riesgo.
A veces, solo sirven
las medias palabras.
A veces es difícil
expresar esos miedos.
No quiero tristezas
Me conozco bien
y se como me mueven,
igual que un peón
en un tablero.
Pero te amo
y se lo que quiero.
Y aunque no me resigne
a que ángeles traviesos
me muevan a su antojo

y es porque mi vida
transcurre de otro modo.
Si quieres ser mi ancla
pon mas lastre en mi barca
para que no navegue.
Mis miedos no son miedos
solo son sensaciones
que escucho como siempre.
Y varada en la playa
en que ahora me encuentro
quisiera mantenerme
pero siendo realista
y gallega por mas
solo digo: Depende.
La Rioja, 4 diciembre 2013